En 1948 el Dr. Zulliger publicó el "Z-Test de Diapositivas" para exámenes grupales (Der Diapositiv-Z-Test). Fu creado para la selección de oficiales del Servicio Psicológico del ejército suizo en 1942.
En 1954 publicó el "Z-Test de Láminas" (Der Tafeln-Z-Test) para exámenes individuales. La segunda edición del test individual fue en 1962, en dicha ocasión cambió el nombre a Zulliger Test.
Zulliger nos cuenta que utilizar los test de interpretación de manchas Rorschach (Ro) y Behn-Rorschach (Bero o Be-Ro, cuyo manual también escribió Zulliger) insumía demasiado tiempo de toma individual en épocas de guerra.
Preparó 600 láminas de manchas, hizo un gran muestreo y a los mismos sujetos se le aplicaron las 3 técnicas.
Una serie de 4 láminas se mostró deficiente en la congruencia de resultados.
Eligió otras 2 manchas de entre 400 para aprehensión cinestésica.
Los resultado fueron ahora consistentes con los obtenidos en los otros dos test.
Redujo la prueba de 6 a 3 láminas y nuevos estudios mostraron su eficacia y confiabilidad.
Diseñó su prueba para selección y eliminación de aspirantes ("aptos" e "incompetentes").
Cuando a sugerencia de R. Haiss (Director del Instituto de Psicología y Caractrología de la Universidad de Friburgo) publicó la serie en forma de láminas, hubo que comparar resultados nuevamente. Estas pruebas se hicieron con colaboradores prestigiosos de diversos institutos y universidades. Zulliger escribió un libro que integrara estos conocimientos pues las interpretaciones que producen las manchas en diapositivas difieren de las que producen como láminas.
Fritz Salomon antestigua que Zulliger y el editor Huber le confiaron la preparación de la edición combinada de ambas obras para la editorial norteamericana International Universities Press: "El test Z, un test individual y colectivo".
Zulliger fue maestro de escuela, se analizó e introdujo el psicoanálisis en la actividad pedagógica pues practicaba el análisis infantil como psicoanalista. En la Sociedad Psicoanalítica de Suiza conoció a Rorschach y fue su discípulo y amigo.
Siguió a sus probandos a veces por décadas para hacer observaciones longitudinales que le permitieran corregir sus diagnósticos y lograr nueva comprensión psicológica.
Su posición como evaluador también es ejemplar. Cito:
"Algunos psicólogos aplican un número muy grande de test. No creo que ello sea necesario; opino, por el contrario, que es más ventajoso limitarse a unos pocos que se conozcan verdadera y profundamente. Permítaseme esta observación, pues he visto psicólogos que necesitaban una docena de test o más sin haber estudiado ninguno de ellos hasta sus últimas sutilezas. Creían que ello sería innecesario, porque lo que no podían inferir de un test, podían verlo en otro. Prefiero pues que el psicólogo práctico conozca a fondo unos pocos test -una selección de la cantidad infinita existente-, que los profundice cada vez más y se limite a ellos. Creo que de esta manera el trabajo con los test será mucho más fecundo y sobre todo más exacto.
Para poder extraer todo lo posible de un test cualquiera, es necesario "luchar" con él, por así decirlo, y dedicarle una ejercitación incesante, una placentera profundización y empatía.
Un solo test no dice todo acerca de un sujeto; es un medio que tiene sus límites. Pero los últimos límites son los trazados por la amplitud o estrechez de la conciencia del examinador [1]: aquí yacen la comprensión y la incomprensión y revive la palabra del poeta:
"Tu te pareces al Espíritu que tú comprendes" [Goethe, Fausto]
Este señalamiento sigue vigente y también la problemática que señala.
Cuando el profesional administra una técnica solo porque se la pidieron, desdibuja su rol (pasa mucho en el área forense y laboral) y desaprovecha la valiosa oportunidad de conocer más a fondo a su entrevistado.
¿A mí?
Pocas cosas me gustan más que un protocolo que se salga de lo estándar para descubrir la psicodinámica que da sentido a ese material y revele la singularidad del sujeto.
Querés manejar esta técnica?
Tras miles de tomas realizadas en las áreas laborales, forenses y clínicas me dedico a enseñarlo.
Si te interesa aprenderla escribime a través del formulario de contacto.
Lic. Marisa Rau
Capacitadora en modalidad presencial y a distancia
NOTAS
[1] Zulliger, Hans: "Prefacio a la primera edición del Test Individual de Zulliger" en ZULLIGER Y SALOMON, El test Z, Un test indidividual y colectivo, Kapeluz, 1970,Bs. As., p.8
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