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FAQ
  • ¿De qué modo podemos trabajar juntos?
    Me encantará descubrirlo! Pondré el 100% de mí en tu interés durante el tiempo que trabajemos juntos. Si buscas un servicio para tu empresa, comercio o tu práctica profesional escríbeme y coméntame en qué puedo ayudarte. Si te interesa tu desarrollo personal tal vez quieras enfocarte en un tema o puedes sentir que determinada técnica te invita al siguiente paso que estás listo para dar. Ambas puertas te llevarán a mirar en tu interior, tú eliges. La confianza es vital para gozar de la vida. Te ofrezco sinceridad, confidencialidad y neutralidad como parte de mi estilo.
  • ¿Sobre qué asuntos puedo consultarte?
    Recibo consultas por los asuntos más diversos: cómo convivir con la alta sensibilidad, manejar dones, intuiciones y experiencias extrasensoriales, cómo prepararse para una intervención quirúrgica o para aceptar la muerte, cambiar creencias limitantes, dinámicas de antepasados, asuntos de análisis institucional para empresas o ligados a procesos judiciales. Comprenderás que no he incluido un listado de los temas que podemos tratar juntos pues la idea es trabajar a la medida de tu interés. Claro que me consultan por dificultades amorosas, problemas laborales, ataques de pánico, duelos, y muchos más. Simplemente procuro que tú mismo no los etiquetes. Lo más simple es que me comentes que tienes en mente.
  • ¿Cómo puedo concertar una cita y con cuánto tiempo de anticipación debo hacerlo?
    Utilizas el formulario de contacto y lo demás lo vamos combinando en función de nuestras agendas. La cita queda firme recién luego de que hayas realizado el pago y girado el comprobante. No hay anticipación estipulada. Cierta anticipación es conveniente. Sabes… en los intervalos desde que algo se decidió hasta que se concretó en el mundo, el Inconsciente o nuestro Ser Interior ya se ha puesto a producir material para la cita (lo mismo pasa en los intervalos entre cita y cita cuando se programan dos cercanas). Otras veces tu intuición te dice “es ahora” y es bueno escucharla. No suelo tener horarios disponibles de inmediato salvo que alguien haya necesitado reprogramar su turno y sea el que justo te venga bien. Puede ocurrir. ¿Quién sabe? Quizá la vida tramó esa reprogramación para que sea más fructífera para uno de los involucrados. Pregúntame.
  • ¿Puedo concertar una cita para un encuentro a distancia? ¿O uno presencial?
    Por supuesto. Esto sin embargo no es posible para las actividades grupales. Algunos servicios a empresas son factibles a distancia como las entrevistas, supervisiones, ciertas capacitaciones, y algunos otros. Si tienes algo en mente compártemelo y lo estudiamos. Para encuentros presenciales, estoy establecida en Misiones, Argentina.
  • ¿Con qué medio se realizan las consultas a distancia?
    Las podemos hacer por llamada o videoconferencia vía Hangouts de Google o Skype de Microsoft. Solo necesitas una buena conexión a internet, teléfono u otro dispositivo electrónico, más un sitio tranquilo y privado que te permita concentrarte. Accedes a Hangouts desde tu computadora o desde tu teléfono con una app gratuita. Para Android lo descargas de la Play Store de Google y para iOS desde iTunes. Con el solo dato del correo electrónico se puede establecer la comunicación. A Skype también lo descargas desde la Play Store de Google o desde aquí: https://www.skype.com/es/get-skype/
  • ¿Cuáles son tus honorarios y el tiempo de trabajo en cada encuentro?
    Mis honorarios se relacionan con el tiempo de trabajo. No cobro lo que te doy, cobro el tiempo que me lleva dártelo. Los saberes son como las personas, ninguno es tan pobre que no tenga nada para dar y todos tienen su importancia. Valoro por igual a mis estudios de abogacía que a los de aromaterapia (ésta me salvó literalmente la vida en una ocasión!) La mayoría de los servicios individuales tienen un valor hora de U$S 35 y pueden pactarse en módulos de trabajo de 30, 60 o 150 minutos dependiendo del caso. Para los argentinos el pago será en pesos con monto a convenir debido a la variabilidad diaria de la moneda. Como la vida a veces nos hace regalos guardo algunos turnos mensuales a valores bonificados.
  • ¿Y la forma de pago?
    Habiendo preacordado una cita te haré llegar los datos para que puedas realizar el pago vía MercadoPago donde puedes seleccionar el pago con tarjeta de crédito u otras modalidades. Una vez efectivizado me envías el comprobante y la cita quedará firme. Si no me envías el recibo de pago en las próximas 24 horas la reserva caduca automáticamente. Si tienes un inconveniente y quieres abonar con posterioridad a ese plazo, por favor contáctame para confirmar primero que el turno siga disponible (de lo contrario no podrás usarlo y tendremos que reprogramar). La función de la caducidad automática te libera de tener que acordarte de cancelar la reserva si cambiaste tu agenda. Hace las cosas más simples y claras.
  • ¿Es posible cancelar una cita?
    Las reservan caducan automáticamente cada 24 horas como te expliqué en el punto anterior. Si la cita quedó firme no es posible cancelarla. Si me avisas con 72hs de anticipación que vas a faltar, tal vez podamos reprogramala.
  • ¿Puedo realizar un tratamiento psicológico contigo?
    Me enfoco en la consultoría, los abordajes integrativos y el psicoanálisis. Tienen efectos terapéuticos pero no son lo que se conocen como tratamientos psicológicos. No conduzco tratamientos psicoterapéuticos. Las psicoterapias pueden ser eficientes. A veces adaptan tan bien a una persona a su mundo que la desconectan de lo bochornoso y de su lado más humano. Hay que estar bien rápidamente, fácilmente, indoloramente y de modo agradable de ser posible, a bajo costo y sin cambiar demasiado. Si además el paciente ama al terapeuta y también queda contenta su familia pues ya es la perfección! Por eso no despiertan mi interés. Prefiero dar lugar a lo más genuino y singular del ser humano, para que sea más humano, sienta más, sea más libre, disfrute más, tema menos, haga su camino. Prefiero apreciar más de un matiz, mantener la mente aguda y seguir viendo a las personas como personas. Prefiero escuchar más que lo políticamente correcto, prefiero escuchar los silencios y las contradicciones, las dificultades espirituales si es que ha cultivado ese campo. Elijo este tipo de escucha. Prefiero no conducirme con corsets protocolares ni etiquetar en base a criterios carentes de nosología establecidos por psiquiatras financiados por la industria farmacéutica (los DSM, Manuales de Enfermedades Mentales de la Asociación Psiquiátrica Americana por fin rechazados por carencia de validez y eficacia por el Instituto Nacional de Salud Mental de EEUU, NIMH, denunciado por la Asociación Británica de Psicología por desconocer el origen biopsicosocial del sufrimiento humano y dañar generando prejuicios tildando de patológicos procesos normales como el nacimiento, envejecimiento, tristeza, cansancio, mal humor y muchos otros a fin de poder medicarlos). No tomo bajo mi responsabilidad a otra persona. Mi mayor deseo es que cada uno llegue a hacerse responsable de su propia vida. Apoyo genuino el crecimiento de los seres humanos, no los veo como víctimas sino como seres llenos de un poder que desconocen.
  • ¿Conduces tratamientos psicoanalíticos?
    Claro! El psicoanálisis no es una psicoterapia. Es una práctica, una experiencia, que busca hacer consciente lo inconsciente, nada más y nada menos. Es una aventura profundamente transformadora. Sin embargo regala algunos resultados sanadores donde no los esperábamos. Es un Camino que te llevará tan lejos como quieras ir y te insumirá el tiempo que quieras tardarte en llegar adonde te propusiste (siempre que no te analices con un canalla o desalmado). La verdad es que no podrás comprenderlo desde la razón porque procede de un modo parecido al Maestro Zen con sus técnicas de desbaratar, desconcertantes, donde a los aprendices les toca buscar la respuesta a sus preguntas. Así lo conceptualiza Lacan ya en su primer Seminario, en 1953. El analizante va desplegando sus preguntas y al reformularlas va hallando sus respuestas capa a capa. El Maestro Zen Suzuki sostiene que el Zen no tiende una mano auxiliadora que nos introduzca en él, sino que se trata de algo que hay que experimentar y se emplaza como un “muro de hierro” con el que no sabemos qué hacer pues no sabemos cómo atravesar el dualismo [ Cf. Suzuki, Daisetsu Teitaro, Budismo Zen, Ed. Kairós, 1985, Barcelona, p.164-5]. A su vez el psicoanálisis busca que el sujeto salga de su pensamiento y pase por el vacío que tanto le horroriza, vacuidad que en psicoanálisis se llama castración, la experiencia de la falta. Nada tiene que ver con la salud pública ni la universidad ni la salud mental. A lo Inconsciente no se le puede “meter gato por liebre” (si, si, ya se, algunas cartillas del sistema público lo ofertan pero son terapias influenciadas en poca o gran medida por conceptos del psicoanálisis; siguen sin ser lo mismo). No pretende ser científico, se aboca a la vida anímica, cuestiona interpretaciones que construiste y te hacen sufrir sin que te hayas enterado de su participación. Dice su historiadora, la Dra. E. Roudinesco, que sólo el psicoanálisis asoció la libertad a una teoría del psiquismo [Cf. Por qué el psicoanálisis? Ed. Paidós, 2000] y es por ello que lo aprecio tanto.
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