"Ha de quedar claro (...) que el #psicópata puede ser alguien que no tiene por qué ser un criminal, un delincuente; es el caso de la mayoría de ellos: gente integrada que #manipula, que no puede relacionarse de modo pleno con la gente, que ha de aprender a moverse sin entender los sentimientos. Algunos pueden llegar a exhibir su #psicopatía si la sociedad les reconoce genio o autoridad artística, y entonces pasan por ser trofeos y musas del espectáculo o la industria de la cultura (...) Por otra parte, hay #psicópatas igualmente integrados que sí son criminales o delincuentes ocultos: son agresores de mujeres, violadores desconocidos, asesinos en serie (...) Un tercer tipo de psicópatas integrados lo constituyen los políticos psicópatas que ostentan el poder y que claman para sí los más altos honores y metas, para verse conducidos más pronto o más tarde al sumidero de los genocidas o los criminales de guerra."
Esto lo dice Vicente Garrido Genovés en Cara a Cara con el Psicópata. Los psicópatas escalan muy bien en las empresas, instituciones y como señala la cita, en los más altos cargos públicos.
Nuestra sociedad produce psicópatas (algunas + que otras) y los enaltece con alfombra roja y 👑
En la guerra han sido muy apreciados -al menos entre los aliados- por su osadía e inhumanidad; eso sí, aprendieron que pasarse de cierto porcentaje en la selección llevaba a estragos que terminaban perjudicando cualquier estrategia.
La #psicopatía, su definición, dibuja la otredad social temida y también la idealizada. Que pasaría si dejáramos de admirar las conductas inhumanas, insensibles, irracionales?
En cuanto a cómo se la define vemos -al menos en los manuales financiados por la industria farmacéutica- que lo tendencioso queda al servicio de instalar la idea de que el diferente ataca y no solo a un individuo sino a toda la sociedad, de allí que se le ha llamado también #sociopatía. Quien no pertenece al enjambre sería el peligroso (sin embargo somos seres racionales con sentimientos y valores, no insectos) pero resulta que pocos individuos de la población carcelaria son psicópatas! E incluso caben en la definición pocos criminales violentos! Se dimensiona el problema ??? [*]
Pero ojo, a no olvidar que la psicopatía es un constructo, un síndrome, no es una enfermedad sino una bolsa de gatos nosológica.
Por lo tanto sirve para pintar un cuadro en el aire, lo vemos bonito pero no se sostiene ni siquiera estudiando reclusos, y eso que el constructo mantiene un pie en la criminalidad [*], El tema de estudio, incluyendo sus contradicciones, es muy atractivo.
Vimos antes que la #psicopatía es un constructo. Su definición es tal que caben muy pocas personas en ella (otra cosa es tener rasgos psicopáticos). Un listado de indicadores extraños que no hacen una enfermedad sino un síndrome que puede aglomerar rasgos que llegan desde distintos cuadros clínicos.
En #saludmental en las últimas décadas abundan los síndromes que desintegran la nosología, unos que la industria y los gobiernos promocionan y presionan para que cobren vida en instituciones públicas y privadas. La resistencia es enorme pero la estrategia lleva más de tres décadas.
Los manuales de "trastornos" mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría (no llega de la mano de la #psicología pero se pretende imponer a los #psicólogos) ponen cada vez más hincapié en lo antisocial.
Tales manuales van desapareciendo e inventando enfermedades en sus ediciones. La psicopatía fue 'trastorno antisocial de la personalidad' en el DSM-IV y el nombre se mantiene en el DSM-V pero ahora está puesto dentro de los TRASTORNOS DESTRUCTIVOS del control de los impulsos y de la conducta. Del DSM-V se erradicó el término psicopatía y #psicopatología quedó con escaso uso. Lo antisocial adquirió el peso del título que lo comprende. Para colmo el DSM elije acentuar lo criminal pero resulta que no se condice para nada con la experiencia con criminales.
Robert Hare sí estudió reclusos, aborda la psicopatía de un modo distinto a como lo hacen los DSM. Cabe señalar que su escala PCL-R para los reclusos psicópatas y pacientes psiquiátricos penitenciarios es sólida en presencia de violencia (llegando a ser altamente predictiva) pero nada confiable en su ausencia.
Podemos recurrir a la clasificación de Hervey Cleckely para valorar el estilo de relaciones interpersonales y afectividad. R. Hare señala que Cleckely veía la psicopatía como un problema social ignorado en todos los estratos.
Si nos remontamos al alienista Philippe Pinel, que habló de "locura sin delirio", encontramos: "no fue poca sorpresa encontrar muchos maníacos que en ningún momento dieron evidencia alguna de tener una lesión en su capacidad de comprensión, pero que estaban bajo el dominio de una furia instintiva y abstracta, como si fueran solo las facultades del afecto las que hubieran sido dañadas".
Lic. Marisa Rau
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