La aromaterapia es un tipo de terapéutica que utiliza los aceites esenciales de las plantas para curar y sanar. Forma parte de las medicinas tradicionales (ancestrales) y también de las terapéuticas científicas.
No debe confundirse con la aromacología que es el uso de fragancias sintéticas sin valor terapéutico. Los aceites que se queman en hornillos para aromatizar ambientes pero que no son aceites esenciales de grado terapéutico pueden ser tan nocivos para la salud en lugares cerrados como fumar cigarrillos dada su elaboración artificial.
El uso de las plantas aromáticas y sus aceites esenciales se remonta a miles de años, a India, China, el Mediterráneo, siendo el Antiguo Egipto el sitio en que posiblemente más se haya desarrollado pues tenían un método de destilación primitivo. Se sabe que el persa Avicena, considerado uno de los más grandes médicos de todos los tiempos, perfeccionó la técnica de destilación ideando conductos de refrigeración en espiral. Durante la Edad Media la herbolaria estaba difundida aunque la Iglesia combatió este conocimiento asesinando a sanadores, principalmente mujeres, con juicios montados sobre confesiones falsas obtenidas bajo torturas durante la persecución política conocida como la Santa (¿?) Inquisición. Se cree que los Cruzados trajeron de Oriente el arte de la destilación para la obtención de aceites esenciales.
En 1928 el químico René-Maurice Gateffossé crea el término “aromaterapia” e inicia el estudio de los compuestos químicos de los aceites esenciales. El médico Jean Valnet popularizó su uso en el campo de la medicina; cirujano de la Armada Francesa, trató con aceites esenciales a los soldados heridos en combate durante la Segunda Guerra Mundial y a pacientes psiquiátricos con excelentes resultados en ambos casos (sin embargo cuando se juntaron médicos con hombres de negocios para desarrollar productos que masivamente comprarían los países participantes del conflicto bélico internacional surgen las grandes farmacéuticas que con su poderío económico y propagandístico sofocan la investigación y el uso de los aceites esenciales) La bioquímica Margueritte Maury inició una línea de trabajo orientada a la belleza y el rejuvenecimiento introduciendo el uso de los aceites esenciales a los masajes terapéuticos.
Los aceites esenciales trabajan sobre el cuerpo físico a través de los compuestos químicos de las plantas. Aquí en lugar de recurrirse a una síntesis de laboratorio del compuesto que se ha reportado benéfico para alguna enfermedad (que es lo que hace la industria farmacéutica) se está utilizando el conjunto balanceado de sustancias que la planta posee y por eso se dice que se trabaja con la inteligencia total de la planta.
Abundan los estudios científicos sobre las propiedades de los aceites esenciales. Si quieres consultar alguno puedes por ejemplo dirigirte a http://www.pubmed.com y colocar en el buscador el nombre científico de la planta por la que deseas consultar seguido de “essential oil” o simplemente coloca “essential oil” y fíjate qué llama tu atención. Existen muchas investigaciones que hallarás publicadas en otros sitios como universidades y revistas científicas.
Los aceites esenciales trabajan sobre el espíritu, equilibrando las emociones y los centros energéticos humanos. Colaboran con nuestras prácticas espirituales a través de su información vibracional: ayudan a que nuestro cerebro disminuya la cantidad de ciclos cerebrales por segundo, favoreciendo las frecuencias propiamente meditativas como las ondas Alfa y Theta. Los compuestos volátiles actúan sobre nuestro sistema límbico llegando a través del olfato. Es la manera en que regulan nuestras emociones, nos armonizan y relajan.
Otros usos de los aceites esenciales: Además de utilizarse para sanar cuerpo y mente, son muchas sus aplicaciones actuales. Están integrados generalmente como saborizantes a la industria alimenticia y de licores, la farmacéutica y dental, en veterinaria (incluso para uso terapéutico), en industria fitosanitaria (incluso para control de plagas en cultivos orgánicos), para limpieza, en ambientadores, aromatizantes y jabones, en cosmética y perfumería, etc.
Cómo los utilizo
Utilizo los aceites esenciales en mis consultas con quienes saben apreciar su incalculable valor, como terapéutica de apoyo realizando preparados a medida o combinados con Reiki.
En mi propia vida los uso a diario para ambientar lugares, desinfectar objetos y espacios, como desinfectante portátil en la cartera, para limpiar superficies difíciles, para combatir ácaros y hongos, en masajes terapéuticos, para meditar, para concentrarme al estudiar, en baños de inmersión, fabricando mis cremas blanqueadoras y anti-age para rostro y cuerpo, para hidratar, para disminuir la celulitis, para limpiar y descongestionar el cutis, para hacerme perfumes, en refrescantes portátiles para días de mucho calor, para fortalecer y dar brillo al cabello, para matizar canas, para cocinar, como digestivo, como repelente, para los dientes, para los hematomas, para cortes y heridas, para combatir virus, fiebre, y mil cosas más.
Los aceites esenciales mejoraron mi vida. Son mi botiquín de primeros auxilios y también mi medicina desde que me prohibieron tomar antibióticos.
En mi web comento que una vez me salvaron la vida en una emergencia pero eso será asunto de otro post.
¿Mi recomendación? Prueba integrar los aceites esenciales a tu vida durante uno o dos meses y aprecia sus beneficios.
Lic. Marisa Rau
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