Cuando era estudiante universitaria me hacían preguntas improductivas.
- Qué significa que mi hija se haga un rulo para este lado?
- Por qué lo pregunta?
- Por preguntar nomás
De vez en cuando surgían cosas más interesantes.
Recuerdo un cumpleaños donde una persona hablaba de un tipo de respiración con la que accedía a experiencias no ordinarias. Como existen muchas técnicas así (inspiradas en experiencias ancestrales, plagiadas de ellas o recanalizadas) no recuerdo el nombre de la usada por quien decía trabajar con un psiquiatra.
Un sector de la fiesta se enfrascó en una toma de partido respecto a la existencia de las vidas pasadas, recuerdos uterinos y asuntos similares.
Cansados de discutir alguien se dirigió a mi: “y vos que estudiás psicología, ¿qué opinás?”
Pregunté qué importancia tenía enredarse a discutir si existían o si se podía acceder a ellas siendo que había una experiencia que implicaba al sujeto y con la que se podía trabajar. Pregunté también si no era acaso igual el valor de la significación sea que fuera real o fantaseada.
Pregunté por qué no trabajar (como siempre) sobre la realidad subjetiva y sus efectos en vez de desdibujarla so pena de condena por no comprender su origen. Pregunté por último por qué no sacarles buen partido curando a partir de dichos recuerdos o re-experimentaciones.
Girar del “que es” al “para qué es útil” fue la respuesta de una psicoanalista que además estudiaba psicología. Quizá alguno se haya quedado pensando luego del silencio que surgió cuando respondí sus inquietudes por el significado de mis palabras.
Para mí? Por fin una fiesta donde no se hablaba solo de “lo habitual”.
Que tengas un valioso día
Lic. Marisa Rau