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Pérdida y Recuperación del Alma




Para el chamanismo una de las causas de las enfermedades espirituales es la “pérdida del alma”.


Quien sufre la pérdida de fragmentos de su alma perdió contacto con una parte de su ser.

Esto se traduce en una merma de energía, de alegría, de intereses, de creatividad, de entusiasmo, de arraigo al presente. Se puede experimentar sensación de vacío interior, decepción, tristeza, distanciamiento, debilidad, cansancio, múltiples contradicciones, caminos bloqueados, etc. La persona que perdió su brillo se llenará en cambio de apatía e incredulidad. Siente que algo falta en su vida aunque no sepa qué (está acostumbrada y no lo sospecha) o, si la pérdida fue abrupta, tal vez sepa cuándo empezó a sentirse diferente.


Para tener una vida con propósito debemos recuperar los aspectos de nuestro ser que son vitales para volver a sentir autenticidad.

De esto se trata la recuperación del alma, de devolver a la persona los fragmentos que ha perdido a lo largo de su vida. No importa por qué los perdió, no importan las explicaciones, importa que pueda reencontrarse con aspectos suyos que partieron hace poco o hace tanto tiempo que ya ni los recuerda.


El lenguaje señala el asunto cada vez que alguien dice cosas como “desde el accidente no es el de antes”, “siento que me falta algo, quiero otra cosa, no sé qué es”, “es un Don Juan desde que se divorció”, “es una desalmada”, “parece andar sin rumbo”, “hace tiempo que está deprimido y todo le da lo mismo”.


Para nosotros, formados con creencias occidentales, es más fácil acercarnos a la idea si pensamos en las consecuencias subjetivas de un shock físico o emocional. Solemos referirnos a algo parecido cuando hablamos de represión o de escisión de conciencia, cuando la persona perdió el acceso interno a recuerdos y sentimientos, sea que haya ocurrido de golpe o capa a capa.


Es maravilloso el entendimiento intuitivo de la temporalidad y la espacialidad de lo Inconsciente de quien mira con los ojos del corazón.

La pérdida del alma ocurre para escapar del dolor de nuestro corazón. El alma se fragmenta, huye y se pierde. Olvida cómo volver y no sabe tampoco que ya es seguro volver.


En la "recuperación del alma" los practicantes chamánicos regresamos a la persona esa esencia suya que había perdido. No le devolvemos el trauma, solo se le reintegramos su fuerza vital y espiritual.


Ir recuperando partes del alma permite a las personas sentirse más plenas y armónicas, ayuda a que vayan reecontrándose con su poder original.



Marisa Rau

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