Les comparto esta cita:
"(...) durante una sesión de combate con mi maestro, mientras seguía mi formación de Kung Fu Shaolin, conseguí asirle los brazos cuando él realizaba un puñetazo doble. (...) con una hábil maniobra, se soltó inesperadamente y me aplicó un puñetazo relámpago (...)
No presté atención a aquel golpecito dado con el puño, tan suave en apariencia. Pero al cabo de unos días tenía frío y fiebre, y comencé a tener tos. Se me inyectaron los ojos en sangre y sentía un leve dolor en el pecho, aunque exteriormente no había la menor señal de lesión. (...) Cuando me examinó mi maestro, Sifu Ho Fatt Nam, un experto #médicochino y #traumatólogo, me dijo que se trataba de una lesión interna grave, provocada por un #bloqueo en mi campo de #energía tanzhong (...) por la fuerza interna de mi maestro a través de su puñetazo aunque él no tenía la intención de hacerme daño. Si no lo hubiera experimentado yo mismo, no hubiera creído que un puñetazo tan inocente y sin fuerza visible pudiera causar tanto daño interno (...) Una persona con una lesión interna tan grave, si no se cura, podría morir al cabo de unos meses sin que nadie supiera la causa" [1]
Para retomar la idea de la lesión #energetica voy a contarles que en los años en que estuve a cargo del gabinete psicotécnico de la Escuela de Conductores de la Policía Metropolitana yo andaba explorando los alcances del #Reikiadistancia. Para ese entonces ya había experimentado los efectos del #chi cursando el profesorado de Qi Gong. Empecé, calladita, a enviar energía a personas que jamás conocí. Una vez oí que el padre de un amigo de la casa se operaba al día siguiente y esa noche le dediqué una práctica para que le fuera bien. Sentí que me atravesaba el pecho algo plano, de varios centímetros de ancho, que no llegaba a la espalda. Pensé "que será esto? No ha tocado ningún órgano ni costilla pero pasó cerquita del ❤️, algún tipo de cuchillo?" A unos centímetros de mi oreja derecha sentí como una nube que amortiguaba los sonidos y otra vez mi mente se disparó con un "será sordo"?
El hombre también trabajaba (como nosotros) en el Instituto de formación policial y a la semana le pregunté cómo le había ido a su padre en el quirófano. Llevé una mano hacia la cabeza y por esas cosas inexplicables dijo "es medio sordo" y añadí "del oído derecho". Se imaginarán que me miró extrañado pero afirmó que así era. Ignoro por qué pregunté a qué le temía su padre, pero respondió que años atrás había sido atacado con una faca que de milagro no le había dañado el corazón o el pulmón.
Fue una conversación así de breve y así de extraña. Me alcanzó para advertir que existen huellas energéticas en nuestros cuerpos sutiles.
Muchos #miedos no se curan porque no se los transforma en motivo de consulta psi. Si aquel evento #traumático hubiera sido #psíquicamente elaborado (o reelaborado, al decir de Freud ya que el síntoma es una elaboración que intenta deshacerse de lo problemático) no seguiría portando sus marcas, unas que por otra parte le hacían temer volver a montar un comercio puesto que en el suyo había recibido esa repentina agresión. Pero bueno, eso ya es harina de otro costal.
Marisa
[1] Wong Kiew Kit: El gran libro de la medicina china. Un enfoque holista de la salud física, emocional, mental y espiritual. Urano, Barcelona, 20055, pp.160-1
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