La angustia es la brújula que guía el trabajo psicoanalítico pues jamás engaña.
Ella no resuelve ningún conflicto pero los señala, muestra lo que no se acepta, lo inaceptable.
Adentrándose a trabajar lo que angustia podrá saberse sobre la causa de los síntomas y resolverlos. Los síntomas son un intento de evitar el desarrollo de angustia. A veces son exitosos y otras veces fracasan en impedir que se experimente angustia.
Síntoma y angustia son dos caras de una misma moneda.
Por esta razón conocer algunas manifestaciones que pueden acompañar a la sensación de angustia, nos permite detectar la angustia que opera sin “emitir” dicho sentir desagradable porque está enmascarado.
Si querés ir a la causa raíz de tu malestar sin prejuicios y tenés el valor de afrontar tu angustia, el psicoanálisis es el método indicado para vos.
Es un camino probado para verificar cómo tu vida se relaciona con lo que hay en tu interior (tu inconsciente) y con las decisiones que tomás a cada minuto. El análisis permite salir del bucle de las repeticiones. Su método propicia afrontar lo que angustia, lo que permanece en sombras, lo que enferma, al ritmo que el analizante quiera… o pueda.
Lo importante es mantener un ritmo si se desea que los resultados lleguen para quedarse. El dispositivo y el discurso analítico es algo extraño para un analizante novato que no entiende mucho de qué va la cosa pues es una experiencia atípica ("qué quiere de mi?"), de un color que no es el rosa (aunque tenga de ese color también), que no puede controlar aunque lo desee, pero profundamente transformadora.
Lic. Marisa Rau
Psicoanalista
Consultas presenciales y a distancia
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