Cuando me preguntan cuál es el sentido de la vida digo que la clínica me muestra que "es el sentido que cada quien encuentre o cree en su vida para estar aquí".
No existe EL sentido.
Existen algunos sentidos para cada uno, no todos.
EL (único/todos) no existe.
Somos libres y somos creadores.
Pongámoslo al revés: no podemos dejar de crear, siempre lo hacemos.
Nuestra realidad es una creación, como mínimo lo es como interpretación.
Es difícil quedarse con los datos en bruto, aparece la percepción que es el modo en que le damos significación.
Algunos me confían que nada tiene sentido para ellos.
Son las personas que "saben lo que no quieren" y se olvidan de balancearlo con "apuntar hacia lo que quieren".
Para estar neutros necesitamos balancear los "no" con los "si".
No es ponerle más garra, no es ser más combativos contra algo, la guerra interna consume valiosos recursos.
Se trata de ponernos más neutros.
Ponernos en modo neutro con frecuencia torna las cosas más interesantes y da lugar a la sorpresa, lo sorprendente.
El dicho "no hay más ciego que el que no quiere ver" apunta a la actividad subjetiva que sostiene un rechazo a anoticiarse. Surge así lo reprimido.
Cuanto menos reprimido haya, más panorámica será la visión y más tranquila estará nuestra vida interior.
Ganar en neutralidad es suficiente para volver a equilibrarnos.
Desarmar prejuicios, mandatos y creencias limitantes permite el brillo de nuestras capacidades.
Realinearse es ponerse en modo neutro.
No significa que seremos el mejor de la clase.
Significa que seremos nosotros mismos y eso nos sentará bien.
Crear y creer están relacionados. [1]
El sEntiDo es algo que se CrEa o en lo que se CrEe, da igual.
Se puede creer en el linaje, la buena suerte, la culpa primordial, la fatalidad...
La paleta de colores es enorme.
Se puede crear un círculo vicioso o una nueva aventura.
Valdría la pena detenernos a abjurar del miedo a desilusionarnos (nana nana, colita de rana) y soñar hasta con lo imposible PARA QUE LO POSIBLE SE HAGA PRESENTE.
Si cambiamos nuestra mente cambiamos nuestra vida.
La mente se puede creer lo que le digamos porque está a nuestro servicio. Graba los programas que se le cargan de niños, cuando vivimos como en hipnosis. Eso es el combustible de nuestros conflictos, nuestro hoy condicionado por las creencias de ayer.
Estando en modo defensa nos hacemos menos inteligentes. Si creés que "no podes", estás jugando el partido equivocado porque no vas a poder. "Ver lo que se quiere ver" es cuando borramos conexiones o ignoramos datos (por ejemplo se corta la asociación entre 2 recuerdos y ualá! tenemos la represión). Eso es Lo Inconsciente en modo defensa, en autoengaño, un fantasma.
Basta creer en el propio poder para que empiecen a pasar cosas interesantes. Existe Lo Inconsciente más allá de lo reprimido (ya Freud dijo que "no todo lo inconsciente es reprimido").
Sin embargo hay que trabajar sobre lo reprimido para llegar a nuestra mejor versión. Acaso se puede decir "quiero echar luz sobre esto pero defiendo mis puntos ciegos a muerte"? Pues a menudo actuamos como si dijéramos eso. El neurótico, dirá Lacan, defenderá esa nada con la que se identifica con su propia vida. Se inmola para sostener creencias. Se defienden creencias que son programas que no elegimos nosotros, y estamos viviendo la vida de alguien más pero no la nuestra.
Trabajar sobre nuestro interior ayuda a liberar nuestro poder, desarrollar confianza en las oportunidades y en nuestra capacidad. Es lo que llamamos brillar, sacar la propia voz, evolucionar, SANAR...
Cambiamos nuestra mente y obtenemos resultados distintos.
¿Nos gustarán más? NO SABEMOS. Pero ya no estaremos atrapados en un círculo de repeticiones, imposibilidades, traiciones, maldiciones, mandatos, ocultamientos, etc.
Ahora Lo Inconsciente que trabaja a nuestro favor es más libre y hay lugar para logros, alegrías, salud, amor, productividad, merecimiento, agradecimiento, etc.
Ahora se puede florecer.
Es como desatar nudos.
No es "pegar el salto".
Es desarmar creencias y revisar las que tenemos tan dentro que olvidamos que existen.
Es elegir de nuevo todo y andar contentos por eso la mayor parte del camino.
Lic. Marisa Rau
[1] En el vocabulario indoeuropeo, que es el más antiguo tras el nuestro, "creer" viene con la actividad del dar [está ligado a la economía en tanto es "dar crédito"] y alude a poner en algo la confianza, hacer una apuesta poniendo también el sentimiento. Por otra parte "crear" viene de poner el corazón.
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